viernes, 14 de mayo de 2010

¿Para qué putas sirve mi blog?

Luego de que las palabras de Juanita León retumbarán en mis oídos por más de dos meses he decidido continuar con mi aventura bloguísitca. En pocas palabras, la señora de la Silla Vacía dijo que era estúpido imaginar a un joven o futuro periodista sin un blog. En mi mente repasé la dirección de este blog, que yo mismo cree, pero que tomé semanas en aprender. Me dio pena, incluso recordar que lo había puesto en la barra de mi explorador para que no se me fuera olvidar. Por esta razón he decidido darle un nuevo aire a The Masturbatorium, porque la verdad no sé para qué me sirve este puto blog.

Me llegué a sentir mal por no usarlo y ver que mi última entrega iba a cumplir un año. Aunque acepto también que el descuido me ha llevado a replantear la idea de lo que en un principio fue la funcionalidad del sitio. Resulta que fue mi profesora, Catalina López, quien pidió la creación del blog. La verdad en su momento, cuando estaba en el curso de Cultura Digital, pensé que sería una herramienta genial para llevar un diario de lo que sucedía en la clase, sin embargo luego de las pocas entradas en el semestres, en su mayoría académicas, lo olvidé. Dejé huerfano un sitio que podría mejorar mi capacidad para escribir y que me permitiría ejercitarme en la consolidación material de mis ideas. Debido a esto, he decidido retomar este blog con seriedad y realizar mi mejor esfuerzo para que se convierte en un sitio digno.

Aunque yo sé que mis lectores son pocos y que más de uno me ha abandonado con justa causa, he decidido seguir adelante con este proyecto. Siento que es necesario rescatar este blog porque al mismo tiempo me rescataré yo como persona y además podré conectarme con algunas personas interesantes. De igual forma, deseo ingresar en la comunidad bloguera e informarme de ciertos aspectos. Quiero encontrar gente interesada en tópicos que sean totalmente de mi agrado, temas que no mucha gente habla. Quiero construirme como un ser digital, que puede estar conectado todo el día en las redes sociales y que además se nutre de éstas. Quiero que la gente me diga que escribo huevonadas y que me corrijan. Que me maldigan, que me insulten y que me sigan y me dejen de seguir.

Me comprometo a ser un bloguero desquiciado.

Esperen un cambio de imagen y escritos, no tan buenos, próximamente.

Un cordial saludo para todos o para ninguno.