martes, 28 de septiembre de 2010

Lista de amor supuesto


-Una oportunidad fallida
-1 mano desdeñosa
-Varias sonrisas hipócritas
-Unas palabras inocuas
-La existencia indebida
-Sentimiento de culpa
-Tu número celular borrado
-Aquella conversación permisiva
-Este encuentro idealizado
-Un presentimiento de embrujo
-Trabajos de tabacos
-Saludos desde un semáforo
-Tener la certeza del fracaso
-Nuestras libidos desenfrenadas
-La imagen del pasado
-Dos seres que ya no existen
-El futuro irreconocible
-Sentir unas ganas inmensas de contacto
-Mi excusa condicionante
-Esa falda hacía arriba
-Hálito desayunado.
-Tu ira postrada en el lecho
-Mucho sexo
-Mi felicidad sobre la almohada
-Una sala de cine para nosotros
-Un beso robado en el bus
-Un almuerzo rápido
-Un coito ausente
-Unos sueños desvanecidos
-La mentira disfrazada
-Una verdad enlutada.


domingo, 26 de septiembre de 2010

Ser peatón y tener carro: el dilema en Colombia


Hace poco observé el comentario en facebook del periodista Alberto Salcedo sobre la inutilidad de los contratistas y las obras de la avenida El Dorado. Hace más de medio año, mucho residente de la capital nos resignamos a ver cómo una de las pocas vías decentes amplías y rápidas que poseía la ciudad se convertía en un recoveco y potrero. Asimismo, resalto el artículo que el admirable señor Antonio Celia Cozzarelli publicó hace poco en el diario El Heraldo donde subraya lo poco conveniente que se ha convertido el hecho de tener un carro. La verdad digo lo mismo, nos encontramos ante unos políticos que reparten contratos y licitaciones a borbollones y millones de contratistas que a sus anchas se deleitan exprimiendo cada peso y robando a cuatro manos.

Cómo es posible que una obra que ha causado el despido de varias personas en los entes de movilidad (la ruina de una empresa burbuja como la de los Nule y el cansancio de los bogotanos peatones y usuario del servicio de transporte público) pueda darse el lujo de parar un domingo. A los obreros no se les paga el día extra porque sale muy caro, mientras tanto estos contratistas tendrán en sus casas helicópteros parqueados y jets privados que los sacarán de la inmundicia banal de un trancón bogotano para llevarlos a pasar un fin de semana al exterior. Los ciudadanos sufren por los pesos que unos se ahorran para engrosar su patrimonio: esto no es novedad.

En el otro lado tenemos a los carros. Tener un carro en Colombia debe salir más caro que tener un avión privado. Todos los años hay que pagar el SOAT, también se deben pagar los dichosos impuestos de rodamiento y ahora quieren que la revisión tecno-mecánica sea casi diaria. Llegará el día en que los autos particulares tendrán una especie de taxímetro para cobrarle al dueño el tiempo que maneja su vehículo. Qué me dicen de las infracciones, ahora una zorra puede andar por la circunvalar a menos de 5 kilómetros por hora sin tener que pagar una multa ¿Cuándo han visto a un policía de tránsito multar a un zorrero? Este dilema lo plantea el señor Celia y tiene toda la razón, es increíble como cada día el uso del carro se limita más y hasta hace pensar en cambiar el automotor por uno de tracción animal, tocará comprase una zorra. No hay que tener pase, no hay que pagar impuestos, no te multan y no te preocupas por los límites de velocidad.

De pronto lo anterior sería justo si uno gozará de ciertas condiciones, de esta manera sería válido gastar tanto dinero en impuestos y revisiones, pero el problema es que cada día se inventan pendejadas para quitarle más dinero al pobre mortal. Qué me dicen del RUNT por qué cárajos todos siguen creyendo en eso. La medida no es mala lo que sucede es que a estas alturas del partido, todos saben que no es más que una excusa para sacar provecho. Qué lástima que nos dejemos clavar así. Unas vías taponadas por las obras del IDU, una ciudad en constante reparación en donde los conos naranjas abundan (algún contratista estará sacando su tajada) y los huecos alcanzan dimensiones extraordinarias.

No sé que será mejor, pero me encuentro mamado de esto. Es que genera escozor saber que se acaba el año y volverán los mismos gastos y las mismas vueltas. Sobre todo porque cada año los precios suben indiscriminadamente y las vías empeoran. Por ahí escuche en las noticias ficticias de RCN que para el 2013 estarán erradicados los taponamientos en la ciudad de Bogotá. Es chistoso pensar que para ese año la ciudad estará colapsada por las obras del transmilenio por la séptima y el levantamiento de las losas por el dichoso metro de Moreno. La verdad espero que para ese momento se hayan inventado la teletransportación, aunque sé que siempre habrá por ahí un contratista o político haciendo el serrucho. Existirá el impuesto de traslación y hasta tocará sacar pase para teletransportarse, y de sexta categoría porque el de tercera nunca se vence.

Ser intermitente soy un ser intermitente

Sólo pasaron horas desde mi última entrada al blog y una promesa previa a las vacaciones para que me diera cuenta que soy intermitente. Le eché la culpa a que de un momento a otro a mi computador le falló una pieza que costaba más que el mismo aparato y que además había cometido la estupidez de no comprar la garantía. La verdad fueron meras excusas y espero reivindicarme. Este blog tiene que estar caliente a diario.