domingo, 11 de noviembre de 2012

La muerte de Nancy Clutter


En agosto del 2008 me encontraba cursando el quinto semestre de mi carrera cuando en ese momento Nicolás Vallejo-Cano, profesor de la cátedra "Textos de ficción", nos pidió que nos pusiéramos en los zapatos de alguno de los personajes de la obra "A sangre fría" de Truman Capote. La idea era recrear y narrar el momento en que eran asesinados. En su momento pensé que fue un buen escrito. Lo acabo de encontrar y después de algunos arreglos aquí lo publico.


El vestido rojo de terciopelo estaba colgando afuera del armario, lo observé detalladamente y me sentí orgullosa de aquella confección. Nunca creí ser tan buena modista, aunque de verdad aquel vestido reflejaba lo mejor de mi creatividad. Así sucedía con muchas otras cosas. Mis tartas de cereza habían ganado premios y eran las favoritas de muchos, pero a la larga a mí no me terminaban convenciendo de la misma forma que a la joven Jolene Katz esa misma tarde.
 
Recogí los mocasines negros para colocarlos debajo del vestido y decidí ir al baño para iniciar mi ritual de vanidad. Me lavé los dientes esa noche, cómo mamá me había enseñado, eso me desanimó un tanto, siempre sucede. Lavarme los dientes me remonta a la infancia con Kenyon, cuando mamá todavía nos cuidaba y nos instruía. Hay una imagen en particular que no se me olvida y es la de nosotros dos frente al espejo del baño y mamá detrás indicándonos qué movimientos darle al cepillo para limpiarnos mejor. De todos modos, no me dejé embargar por la tristeza y saqué mis cremas y tratamientos faciales. Lavé mi rostro con el jabón de avena y tomé más o menos una media hora nutriendo de cremas mi cutis. Al salir del baño me percaté de la hora, eran las once y media pasadas y debía dormirme pronto, pues tenía que madrugar para ir a la iglesia al día siguiente.
 
La casa se encontraba en total silencio, a ello estaba acostumbrada, porque a esa hora yo creía que era la única que se encontraba en vigilia. Luego de mis cien cepilladas saqué mi diario y escribí lo que había acontecido durante el día. No pasó mucho tiempo cuando me arrodillé frente a la cama y empecé a rezar. En esos momentos me pareció escuchar la voz de papá, no sé porque enseguida mi corazón empezó a latir más fuerte por lo que corrí hacia la puerta y apoyé mi oído sobre esta. No alcancé a abrir cuando escuché a papá gritar que todo estaría bien y oí unos pasos por la escalera. En ese instante me percaté de que alguien más estaba en la casa y entonces me apresuré hacia mi cama. Como me encontraba rezando no había tenido tiempo para quitarme la bata y me metí entre las cobijas. Sabía que iban a entrar a mi alcoba y por eso escondí mi reloj en la media. Me daba mucho susto perder una de las cosas que mas apreciaba, pero nunca en esos momentos pensé en la muerte.
 
La puerta del cuarto se abrió y vi la figura de un hombre pequeño. Tenía en sus manos un cuchillo y una soga. Se me abalanzó y me ató de las manos y los pies. Intenté forcejear hasta cuando el tipo me calmó y me dijo que todo iba a estar bien. Tenia una voz suave y me gustaba la forma como se expresaba, creo que eso hizo que me sosegara rápidamente. Me amordazó y me dejó en la cama arropada. Sólo la luz de la mesa de noche estaba encendida y por eso no pude ver muy bien su rostro. Al salir del cuarto el tipo apagó la luz y me dejó acostada en una oscuridad absoluta.
 
Fui escuchando como otros pasos inundaban la casa no sé con certeza, aunque diría que había uno o dos más. Me encontraba calmada y rezando, hasta que escuché el primer disparo, fue allí cuando pensé en mamá, el rostro de ella se me vino a la cabeza y presentí que le habían disparado. Sin embargo, el segundo disparo me hizo entrar en desesperación. Intenté desatarme pero no podía me movía de un lado para otro, aún así no lograba salir de la cama. Las lágrimas salían de mis ojos, sin saber si eran de miedo o de la fuerza que me encontraba haciendo.
 
Entonces el mismo hombre entró a la habitación, en esta ocasión traía consigo una escopeta, me agarró fuertemente y me acostó de espaldas a él. Me quitó la mordaza y rogué por mi vida. El tipo tenía una expresión inocua y sólo me dijo que pensara en algo bonito. Logré escuchar el ruido del disparo, fue extraño porque el ritmo del tiempo pareció tensarse. Así pude pensar en Bobby. Me imaginé con él en una casa, los dos juntos mientras yo peinaba sus rizos rubios y le decía a esos ojos azules lo mucho que lo amaba. Era una escena hermosa hasta cuando Bobby se empezó a poner muy viejo. El cabello se le iba y en su cara aparecían arrugas, sus ojos se tornaban más pequeños y ahora unos lentes aparecían en su rostro. Era como si viera una foto, ya no estaba él conmigo. Intenté tomar su mano y en ese preciso momento Bobby me dijo: “Lo siento Nancy, tú no envejeces”. Al filo de sus palabras las balas penetraban mi cabeza y la sangre salpicaba la pared. Al final sólo había seguido el consejo de mi asesino. 

Por: Guillermo Palacio.

sábado, 16 de junio de 2012

La lírica oculta en el indie rock


   "Pregúntate si eres feliz y dejarás de serlo", una frase de John Stuart Mill que colgaba en el viejo salón de filosofía de mi colegio. Prácticamente así me sucedió con la canción Pump up Kicks de Foster The People, sólo fue que alguien me preguntara si sabía lo que traducía la letra de la canción para que dejara de escucharla. Ingresé a buscarla porque la verdad a pesar de hablar inglés, no entendía mucho lo que decía el cantante y tampoco podía descifrar qué traducía el título. Luego de una pesquisa en internet me encontré conque el término Pump up Kicks es utilizado para referirse a un calzado sofisticado, igualmente supe que el personaje principal de la canción, Robert, es un adolescente socialmente rechazado que tiene claras intenciones de disparar con un revólver a todos sus compañeros de colegio. La letra es explícita, a excepción del término callejero que la puede hacer difusa e inentendible para muchos, el coro claramente dice que todos los chicos finos, por así decirlo, o aquellos que presumen de tener el dinero para comprar zapatos costosos deben correr del arma de fuego de Robert, deben correr más rápido que las balas que va a disparar. Sin embargo a la gente parece importarle un bledo lo que dice o no quieren entender el verdadero significado. 
  Hace unos años, Pearl Jam hizo algo similar con su canción Jeremy, la cual fue plasmada también en un video supremamente bueno, repleto de mensajes contestarios y más que una simple canción era una clara afrenta contra los hogares rotos, las relaciones familiares, los adolescentes desvirtuados y la violencia que esto podía desencadenar. Aunque me asombro ante la buena lírica que tiene Pump up Kicks me decepciona que prime en los bailes de las discotecas y fiestas actuales, asimismo el videoclip no es coherente con la letra de la canción y solamente muestra a los integrantes tocando y haciendo payasadas, en pocas palabras pareciera que ahí quisieran que acabara todo. Me parece que el mensaje pasa desapercibido y no entiendo qué se quiere lograr con esto, ya que la carga política de la música y las denuncias que se pueden reflejar en ella han sido el alma del rock a través de su historia, pero cuando me encuentro con estas bandas que han devenido en lo que se ha denominanado indie, me desilusiono.
   También hace más o menos un mes Passion Pit, otra banda del llamado indie rock, lanzó el primer sencillo Take a Walk de su segunda producción discográfica, esta canción tiene sonidos bastante movidos y es bastante pegajosa, tan es así que ya está sonando en radio colombiana cuando ni siquiera ha salido a la venta el álbum. Muy seguro ya se baila en las fiestas y la gente grita cuando la ponen, pero lo que más me llama la atención es que sucede algo similar a la canción de Foster The People. La letra hace alusión a la crisis financiera vivida en los Estados Unidos desde el año 2008 y las luchas de la clase media por permanecer a flote y mantener su estilo de vida. Un inmigrante trabajajador que toda la vida ha luchado por ganar dinero y traer a su familiar al país pero que no lo logra, un hombre que pierde el dinero que ha ahorrado toda su vida para su pensión y un hijo adulto que recurre a pedir dinero a su padre, son temáticas evidentemente acertadas ya que son situaciones que están aconteciendo en este momento en los Estados Unidos. El término Take a Walk es ambiguo ya que puede siginificar darse un respiro de todas esas presiones económicas que lo aquejan o igualmente referirse al suicidio, no obstante lo importante es que la misma banda ha expresado la intención de mostrar sus maneras dicotómicas en este nuevo trabajo musical, es decir la intención de otorgarle unas melodias azucaradas y agradables al público para disfrazar los mensajes que van incrustados en la lírica. A pesar de esto y de la buena vibra que siento porque realmente esa sea la intención de Passion Pit me quedan muchas dudas sobre el asunto. El indie rock es un tanto hipócrita porque impone melodías para bailar en las discotecas y que suman ventas, pero no les interesa seguir esa línea contestaria a pesar de que la letra en sus canciones tiene un mensaje político y social fuerte. Lastimosamente creo que la mayoría de bandas de esta nueva tendencia estilo MGMT, Foals, Two Door Cinema Club, entre otras, se están quedando en los sonidos y están dejando a un lado el mensaje. Será que debo remitirme a McLuhan y pensar en que el medio es el mensaje, pero ni de esa forma es posible porque no le veo nada contestario a la banda. A simple vista son otras de las bandas hipsters que están sobrevalorando la intención de no pertenecer a lo mainstream.
   De todos modos, me sorprende que las personas se hagan los sordos y no quieran escuchar lo que realmente dice la canción, por eso espero que muchos se acuerden de John Stuart Mill cuando anden en una fiesta bailando uno de estos tantos temas. Antes de pensar que estas melodías azucaradas le están hablando de cosas felices, préstenle mucha atención a lo que realmente están escuchando.