lunes, 16 de febrero de 2009

Fui testigo de un maestro


A muchos artistas no les gusta ostentar el rótulo de maestro. A pesar de llevar varias obras consagradas dentro de un medio y de contar con aspectos novedosos e importantes dentro de algún campo, muchos se rehúsan a ello. El mismo periodista español, Ramón Chao, demostró su desagrado en un conversatorio con José Alejandro Castaño, el ex editor general de El Heraldo. Chao corrigió a Castaño cuando éste se refirió a él como maestro y le contestó de una manera graciosa que los únicos maestros se encontraban en los colegios y universidades. Sin embargo, no concuerdo con el señor Chao debido a que durante el Carnaval de las Artes tuve el honor de contemplar a un maestro de la música. El flautista Johnny Pacheco.

Tal vez, lo mejor que tuvo el festival, desde mi perspectiva, fue la noche del jueves 5 de febrero. Ya que en un mismo escenario se reunían los orgullos musicales más importantes de Republica Dominicana. Pacheco consagrado en el ambiente de la música charanguera y uno de los gestores del termino salsa acuñado durante la década de los sesenta. Y en el otro lado, Luis Kalaff, uno de los compositores de boleros más importantes de mediados del siglo XX, y autor de canciones que han enamorado a muchas parejas. Ambos coincidieron esa noche en el teatro municipal de Barranquilla para rendirle un homenaje a los salseros y boleristas de verdad.

‘Mi gente’ está presente
Pacheco arribó con un bastón al escenario, a sus 74 años de vida y la rumba permanente que mantuvo durante gran parte de su vida profesional han dejado huella en su salud y semblante. Sentí una emoción muy fuerte al poder contemplar al señor que tantas noches de goce y minutos de alegría me ha brindado con sus composiciones. El estruendo de aplausos irrumpió en el Amira de la Rosa y los asistentes se levantaron de los asientos por más de un minutos para homenajear al maestro.

El reconocido director de la Fania All Stars enseñó la palma de la mano en un gesto de agradecimiento y luego se sentó al lado del crítico musical, Adlai Stevenson. Pacheco sonrió y le agradeció al publico diciendo: “Mi gente está presente”; mientras mi mirada no se distanciaba de su cabellera blanca. La misma cabellera que había visto en los videos viejos de la Fania.

Pacheco se sentó mientras era entrevistado por Stevenson. Relató los inicios del sello discográfico La Fania Records que fundó hacia el año 1963 junto con Jerry Masucci. Y dijo como entre ellos sortearon las dificultades que significaba el hecho de abrirse campo en el mercado estadounidense. Ya que no tuvieron mucho apoyo financiero y vendían los discos puerta a puerta y en un carro.

Asimismo, contó una serie de anécdotas sobre la Fania All-Stars, que fue la orquesta que armó con los artistas más importantes de la disquera, entre ellos Héctor Lavoe, Celia Cruz, Rubén Blades, y muchos otros. La anécdota que hizo reír al público fue una que ocurrió mientras se encontraban en África promocionando la salsa junto con James Brown. El hecho fue que mientras estaban ensayando les advirtieron que las personas se robaban los micrófonos y los equipos, entonces Pacheco estuvo vigilante. De repente observó que un tipo se alejaba con un trombón y pidió que lo retuvieran. Pero cuando éste se volteó se percató de que era el mismísimo Willie Colon, famoso trompetista de la orquesta.

¡Acuyuyé! en Barranquilla
Las personas a mi alrededor suspiraban con las canciones que el arreglista barranquillero Hugo Molinares tocaba con su orquesta para deleite del maestro. Pacheco escuchó varias de sus composiciones y las cantaba con una sonrisa en su rostro. “La esencia del guaguanco”, “Sofrito” y “Quimbara”. Pero lo sorprendente de la noche fue cuando se rememoró la canción “Acuyuyé”, una importante composición que nunca falta en los carnavales barranquilleros.

Pacheco explicó el termino africano ‘Acuyuyé’ que traduce alegría y se emocionó cuando le contaron lo importante que es la canción para el pueblo barranquillero. En esos momentos Hugo Molinares comenzó con los primeros acordes de la canción y Pacheco le pidió el favor a Stevenson de que lo ayudara a levantarse. Cuando estuvo en pie se encamino hacia la orquesta e intervino mientras les dio órdenes a los músicos y comenzó a dirigirlos. El público se extasío y miles de personas saltaron de sus asientos para bailar en los pasillos del teatro. Una señora que se encontraba de luto bailó frente a las cámaras del canal Caracol y pude observar como Heriberto Fiorillo se retiraba las gafas para secarse unas cuantas lágrimas.

Por mi cabeza rondaban las viejas imágenes que había visto de la Fania y de Pacheco, asimismo los días en que me apresuraba para encender el equipo de sonido y colocar una salsa charanguera. Recordé a mi padre, quien no estaba a mi lado en ese instante y a mis conocidos salsómanos. Observé que el teatro se reventaba y recordé cómo había odiado nunca haber escuchado en vivo a Los Beatles, a Nirvana, a Jimmy Hendrix, pero me sentí a gusto cuando dejé de pensar en eso y el sonido de la flauta de Pacheco resonó. Las personas habían dejado de bailar y observaban al maestro desenvolver la sinfonía de ‘Acuyuyé’. En ese instante mis ojos se empaparon y caí en la cuenta de que me encontraban ante el gran maestro de la salsa.

3 comentarios:

  1. Realmente has sabido elegir tu profesión... No puedo evitar notar cómo te sabes empapar del tema, haces muy bien tu tarea, y la investigación me parece impecable... Transmites un verdadero disfrute al redactar, y me sorprende la cantidad de nombres (que nosotros los incultos somos incapaces de retener) con los que trabajas ^^'

    Felicitaciones, Guille, sé que llegarás lejos, si es que todavía no lo has hecho. Un abrazo, me has sabido impresionar ^-^

    ResponderEliminar
  2. Viejo Hugo, muchas gracias por tus flores, espero que así sea y me gusta que te guste. Ya sé que contigo cuento con un gran lector, un abrazo y muchas gracias!

    ResponderEliminar
  3. El doto, estoy de acuerdo con lo que dice el Huguirris, de verdad que es un deleite leer tus escritos. Dato Curioso; Ese flautista que está al lado de Johnny Pacheco fue profesor de la Orquesta Filarmónica del Británico. Felicitaciones Doto.

    ResponderEliminar