lunes, 18 de octubre de 2010

La industria discográfica corta su tajada


Hace un año aproximadamente salió a la venta el último álbum del cantante vallenato Carlos Vives. Lo recalco porque Vives es quizá mirado de reojo por aquellos que sienten en sus corazones los pálpitos de un acordeón, aquellos que fueron bañados de niños en río Guatapurí y que viven esa música como la banda sonora de sus vidas. Hago mucho énfasis en describir a este público porque son casi en su mayoría quienes no ven en Vives en verdadero vallenatero, pero a decir verdad yo pienso que son injustos. Tal vez, él no le llegue ni a los tobillos a los juglares como Escalona (a pesar de personificarlo), Alejo Durán, Juancho Polo Valencia o Emiliano Zuleta. También no hay que olvidar a Diomedez Díaz y Juancho Rois, de pronto los más recientes. Carlos Vives fue quien en cierta medida generó una mutación del vallenato, le dio un segundo aire y permitió que trascendiera barreras a nivel territorial. Es válido que en muchos rincones del país, sobre todo en la región Caribe esto no era necesario, ya que el vallenato ha estado presente en muchas formas y diferentes 'nuevas olas' de generaciones. Pero era evidente que para que se saliera de la jaula musical este género tenía que ser escuchado por otras culturas. Por esta razón le doy el crédito a Vives, más aún porque su incansables intentos musicales por fin dieron fruto cuando comenzó a reconocer aquellos ritmos que escuchó mientras iba creciendo. Aquellas melodías que no son imperceptibles hasta para el más acérrimo roquero costeño.

Ahora, cuando sacó a la venta Clásicos de la Provincia II el regocijo fue aún mayor porque lo hacía mediante un convenio con una empresa de supermercados nacionales y además el precio era sumamente justo y barato frente a lo que cualquier otro artista habría propuesto. Enseguida me remití a lo que mi banda favorita de rock, Radiohead, realizó en el 2007 cuando montaron para descarga gratuita por Internet un demo del álbum en el cual se encontraban trabajando en ese momento el grandioso In Rainbows. Ellos permitieron que sus fans descargaran desde la Web todo el material que había editado y las canciones que sacarían en su siguiente trabajo discográfico. Igualmente, no especificaban un precio por el material e insinuaron que quienes desearían podían pagar el monto que les diera de la gana. De esta forma se gestó un gran fenómeno en donde personas llegaron a pagar hasta miles de dólares por el material y esto les dio el aval a la banda de remasterizar y sacar a la venta el álbum completo en el año 2008. In Rainbows sorprendió a todos menos a los fans de Radiohead quienes saben que ellos son una de las bandas que tiene muy claro cómo comportarse ante los últimos movimientos que azotan el entorno musical. Debido a esto, es que siempre he considerado a Carlos Vives como una persona que también ha revolucionado la música, él hace casi 2o años decidió apostarle al vallenato clásico aún cuando muchos especulaban que sería otro proyecto fracasado de Vives con la música, sin embargo lo sacó adelante con una disquera independiente y logró callar muchas bocas. Por estas acciones y muchas otras es que pienso que Vives es un revolucionario en nuestro país y me quitaría el sombrero varias veces ante él. No obstante he comenzado a odiar lo que la famosa Shakira ha intentado copiar en estos últimos días.

Supuestamente hoy sale a la venta su último disco. Ya no sé qué pensar de una artista que creció imitando los trabajos de Alanis Morisette y Shania Twain en los años noventa. Shakira fue una figura pública en desarrollo a principios de la pasada década y se consagró como uno de los símbolos latinos en el mercado anglosajón, tanto así que es muy reconocida y contratada en todas partes del globo terráqueo, pero muchos extranjeros ignoran que proviene de un país llamado Colombia. A la vieja no le resto importancia en varias obras filantrópicas, ni mucho menos digo que niegue su procedencia. Por sobre todas las cosas ellas siempre ha hecho el statement de que viene de nuestro país, pero actualmente es su música la que me fastidia. Comenzó componiendo canciones con excelente líricas y pasó a otros géneros que la verdad no le permiten crecer como artistas musical, sino más bien como bailarina. Sus conciertos se volvieron un show mediático de juegos pirotécnicos y bailes en demasía que más bien podrían ser parte del Cirque du Soleil. Su credibilidad como artista ha decaído, pero su fama va en aumento, aunque se le puede otorgar buen mérito por los boleros que escribió y cantó para la película El amor en los tiempos del cólera. Proveniente de una arremetida del mismo Vives quien decía que ella le cantaba al río Hudson pero no al Magdalena. Esto desencadenó la buena canción Hay Amores, y me atrevería a decir que fue lo único bueno a nivel de lírica que hizo en los últimos diez años. De todos modos no hay que olvidar que en algún tiempo ella fue una gran compositora, aquella que escribió canciones tan excelentes como Octavo día, Tú o Moscas en la casa, entre otras. Mientras tanto, ahora quiere descrestar con su nuevo álbum y con un sencillo tan vacío como Loca. Loca ella que pretende convencer a los verdaderos amantes de la música con sus sonido prefabricados y sus canciones envueltas como comida rápida. Ahora quiere vender sus discos a un precio inferior y hacer un convenio con los almacenes Exito, esto no se debe a la intención de lanzar un productos más asequible para sus fans sino lo que realmente quiere es ver de qué manera se monta en el mismo bus de Vives. No obstante ese bus parece que cada vez más se va llenando de pasajeros provenientes de grandes compañías discográficas.

1 comentario:

  1. Vives se acuerda que es un cantante, se da gusto en su trabajo y por eso gusta con el mismo calorcito. Shakira parece una marca diseñada para pegar a como de lugar.

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